Pero también habéis visto que no todas son pequeñas y que las hay incluso de varios megas. Independientemente de la limitación de nuestra lista de correo para distribuir mensajes con adjuntos cuyo tamaño supere el mega, no siempre la persona a la que va dirigida una presentación de este tipo tiene una cuenta generosa como las que disfrutamos nosotros con nuestro querido GMail, sino que en muchos casos podriamos incluso hasta colapsarle su buzón de correo o que les cueste varios minutos de descargar nuestro mensaje como su acceso a Internet no sea excesivamente rápido. Y llegando más lejos, el problema de los virus y demás código malicioso que puede esconderse tras una simple presentación, no hace aconsejable el envío indiscriminado de estos archivos mediante el correo electrónico.
Por ello surgen servicios como SlideShare que nos permite subir nuestras presentaciones a un espacio gratuito que permite posteriormente compartirlas de varias formas mucho más seguras. Incluso nos proporciona el código necesario para incrustar la presentación en nuestro blog.
Y si a todo esto le añadimos el componente web 2.0 que hoy en día debe tener cualquier aplicación web (comentarios, votaciones, RSS, etc...) nos queda una herramienta muy interesante.
